Deseo desde el corazón

Deseo desde el corazón... Que nunca les falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer.
Y recuerden: lo imposible solo tarda un poco más...

domingo, 27 de junio de 2010

Papa y chocolate

Desde lo màs sincero de mi corazòn, esos son mis verdaderos imprescindibles.

En las revistas del corazòn y en algunas de las otras, un poco màs cultas ellas pero en el fondo igual de elementales, suelen hacer entrevistas con preguntas tan importantes como "què odias, què te gusta comer cuando estàs deprimido, què te gusta que te regalen para tu cumpleaños, còmo definirìas al amor..." y ese tipo de planteos tan poco atractivos como innecesarios.

Pero mentirìa si dijera que nunca respondì por mì esas preguntas.
No sè si como comparando respuestas o para comprobar mi nivel de creatividad (no se pueden hacer màs que para eso)
Y en ese responder, me di cuenta que nunca pero nunca, doy con la verdad de lo que pienso.
No sè si es la presiòn al tratar de ser inteligente, si es la diligencia con que imagino se responden esas preguntas o por su real insignificancia, pero nunca lo que me sale decir es lo que realmente dirìa si tuviera espacio tiempo como para analizarlo y toda la gama de mi vida en la cabeza a la hora de la respuesta.

Concretamente...
Seguramente ante la pregunta de: "¿De què no podrìas prescindir?"
uno caerìa en el lugar comùn de: el amor de mi familia, mis sueños, el hombre que amo,hasta incluso el cafè de la mañana.
Pero no creo que la inventiva de para màs.
Queremos ser inteligentes, eso no hay que olvidarlo.

Pero no.
Desde mi màs absoluta veracidad, tengo solamente (¿solamente?) dos imprescindibles.

El chocolate.
Nunca lo hubiera dudado.
Hubiera sido mi primera respuesta sin titubeos y sin siquiera pensar que podrìa haber algo màs.
Depresiòn, alegrìa, soledad, compañìa, ganas, no ganas... todo, absolutamente es buena ocasiòn para un chocolate.
No imagino un solo dìa de mi vida sin su presencia.
No lo puedo obviar, no puedo no comprarlo, no puedo no planificar quedarme sin, sobre todo desde que vivo en este lejano rincòn que no tengo posibilidad de bajar a las tres de la mañana al kiosco de la esquina para saciar el antojo repentino.
Lo mejor que pueden regalarme.
Lo mejor que puedo regalarme.
En sus màs variadas y exquisitas formas, sabores, colores, tamaños y diseños.

Perfecto.
Primer imprescindible totalmente identificado y aceptado.

La papa.
Segundo de los elegidos, que aparece en la supuesta respuesta.
Este sì sorprendiò.
No porque no sea imprescindible, que lo es, y còmo lo es, sino porque no hubiera estado a flor de labios si la pregunta hubiera sido formulada realmente.
No podrìa vivir sin papa.
Dudè en decir harina en lugar de papa, pero no, porque de ùltima ùltima, la harina puede tener algùn tipo de reemplazo o sustituto.
Ella no.
Què serìa de mi pollo, de mi sopa, de mi purè, de mi pescado, de mi misma sola papa sin ella misma.
La batata no es papa.
Ni hablar de una zanahoria o un zapallo.
Ninguna de las chicas coloridas de la verdulerìa califica en su lugar.

Simplemente ùnica.

Pero claro, en una entrevista en una de esas revistas, no se me hubiera ocurrido nombrarla.
Y definitivamente, no podrìavivir sin ella.

Seguramente, esta entrada resulte tan intrascendente como los esos mismos reportajes.
Pero yo necesitaba sincerarmente en el reconocimiento de mis imprescindibles.
Pido perdòn a lo importante.
La papa y el chocolate son mis verdaderos elegidos.
Y los demàs...(ya se sabe el final).

No hay comentarios: