Deseo desde el corazón

Deseo desde el corazón... Que nunca les falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer.
Y recuerden: lo imposible solo tarda un poco más...

miércoles, 22 de abril de 2009

La profundidad del silencio

Pareciera que esta mudanza trae movilizaciones.
No sólo para mí que soy la principal afectada.
Con E. nos estábamos mandando mensajes. De esos que no dicen nada pero que velan deseos. Y pareciera que la proximidad de la distancia avivara los sentimientos ocultos. Para él y para mí también.
Nos encontramos hoy.

Queríamos perdernos en alguna habitación oculta de esta tan grande Buenos Aires. Como hace años no sucedía. Pero que sucedió. Y como hace años no sucedía, hablaron los cuerpos sin necesidad de las palabras. Y volví a sentirme feliz. Inmensamente feliz.
Complitud.

Ensamble.
Ritmo acompasado.
Entendimiento.
Amor.
Mi cabeza no paraba. De repente estaba colmada de imágenes de momentos que hasta ese momento no recordaba. Y abría los ojos para volver al presente. Y ahí estaba él. Y si cerraba nuevamente los ojos, me sentía volar. Me sentía querida. Me sentía colmada. Y pensaba que nada más era suficiente. Y dudaba si era amor. Si habría vuelto, si le había dado nuevamente lugar, si lo había dejado asomarse para esa despedida.
No sé si se puede recuperar algo que se daba completamente por perdido. No sé si una no acomoda su corazón a medida de su conveniencia para que la realidad sea menos dolorosa y se pueda seguir adelante. Los amores contrariados no son la mejor opción. Y si bien alguna vez lo consideré romántico, la sola idea de estar eternamente esperando lo que nunca llega, me asusta por destructivo.
Pero no sé… con E. todo es muy diferente.

Hoy mientras estábamos juntos sentía que volvía a ser EL hombre. Más allá de que no estemos juntos por más de mil razones y a sabiendas de que es lo más sano y la mejor opción, lo miraba a los ojos y sabía que lo amaba. Que profundamente lo amaba. Y volví a hacer el amor con él y volví a llorar después.
De completa, de feliz, de emocionada.
Tal vez el amor por él en mí haya trascendido la instancia del querer, del poseer, del demandar, del celar y se haya instalado en un lugar profundo de mi corazón en el que quedará eternamente a salvo de todas las nimiedades mundanas que destruyen hasta lo indestructible. Y me siento feliz por descubrirme capaz de eso.
Por el amor de E.

Por la ida a Mercedes que lo devuelve al presente.

2 comentarios:

Lunita dijo...

hay amores que son así... conexiones que trascienden los condimentos del día a día. Por eso está bien que a veces se vayan y otras vuelvan. Simplemente está bien.
Todo lo mejor para esta brillante etapa ;)

Gabriela Lorusso dijo...

no sabes lo que me alegra haberte conocido.
creo que trascenderemos el lugar, hay cosas de alli que no son para nosotras.
no perdamos nuestras profundas conexiones. entre nos y con los demas.
eso nos salva.