Deseo desde el corazón

Deseo desde el corazón... Que nunca les falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer.
Y recuerden: lo imposible solo tarda un poco más...

martes, 17 de noviembre de 2009

Palomita blanca

Desde hace más de un mes, en dos escuelas.
Con características muy diferentes entre una y otra.
La de los rezagados, de los repetidores, de los problemáticos, de los que no se adaptan... y la otra.
Pero precisamente en la conflictiva, es en la que veo más conexión con esta herramienta escolar maravillosa que es el quehacer teatral.
Porque no todos los grados pueden "hacer teatro".
Pero hay quienes dibujan escenarios a través de cuentos y determinan personajes;
están los que improvisan una suerte de colectivo animalesco en la que juegan incansablemente a las persecusiones entre manadas;
los que enganchados desde una canción, imaginan un universo de personajes;
y los que sí, hacen teatro escribiendo sus propias historias.
Y la imaginación fluye más allá de lo visto en televisión. Será que tal vez ellos son los que no miran televisión.
Y yo me maravillo de ver cómo sus cabezas dan rienda suelta a las más fascinantes historias.
Y organizo planificaciones que después no cumplo porque me dejo llevar por sus propuestas.
Y me encanta saber que en casa estuvieron trabajando o que se reunieron para escribir una historia mejor para mostrarme.
Y celebro también terminar el año con ellos que hace tanto tiempo no tenían su materia y que ahora no nos alcanza el tiempo para tanto.

Y como la provincia es la provincia...
voy a dar clases de guardapolvo blanco.
Pero ojo! con un toque creativo: en tanta blancura, las máscaras del teatro en primer plano, como para que quede claro maestra de qué soy.
Y el guardapolvo sintetiza y rectifica.
Entonces cuando voy en mi bicicleta a clases, sé que los que me cruzan (en el camino a una de ellas, a la otra más que unas cuántas vacas...) saben a ciencia cierta a que me dedico.
Y me saludan.
Pareciera como que aquí existe aún la importancia del "maestro".
Y me gusta formar parte.
(Aún con el guardapolvo blanco).