Deseo desde el corazón

Deseo desde el corazón... Que nunca les falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer.
Y recuerden: lo imposible solo tarda un poco más...

miércoles, 8 de julio de 2009

Reeligiendo lo elegido

Junio, 28
Esperé dos semanas. Dos semanas que fueron casi interminables, que cada vez que sonaba el teléfono mi corazón daba un salto de aproximadamente dos metros de altura.
Pero el llamado esperado no llegó. Y lo peor fue que no llegó ni por sí ni por no. Bueno, si lo pienso bien, creo que prefiero la incertidumbre al no. No, prefiero el no.
La realidad es que estoy acá, tal como había decidido estar hace dos meses.
Sin la posibilidad San Martín, vuelvo a re armar mi vida aquí y vuelvo a reelegirla. Y a re quererla.
Entonces vuelvo a activar el tema trabajo. Viajar a diario para trabajar como actriz era una cosa, y viajar seguido para otro tipo de trabajo, es otra bien distinta.
Entonces vuelvo a querer instalarme acá permanente. Conseguir recursos para no moverme, para permanecer en definitivo.
Y volver a ensayar lo que nunca comencé pero que sigue en pié. Y también la otra.
Y dar clases.
De todas formas no dejo de fantasear con la posibilidad. El imaginarme en la Martín Coronado es un sueño que me da bronca haber acariciado sólo de lejos. Me queda el consuelo de saber que hice mi mejor intento. No podría haberlo hecho mejor, eso es lo que doy como actriz, porque si todo. El hecho de que el sí no haya llegado me duele pero no me fracasa. Pienso que por lo menos tuve la posibilidad.
¡¡¡¡Igual quería el sí!!!!
Si lo pienso desde la óptica del viaje, no sé cómo lo hubiera resuelto. Realmente hubiera sido un trastorno el viajar todos los días. No sé en qué lo hubiera hecho con los horarios que seguramente se hubieran manejado. Y si hay algo que tengo claro es que de acá no me muevo otra vez.
Este es mi lugar y lo sigo eligiendo.
Es más, ya estoy pensando en tres hectáreas para dentro de dos años.
Sé que acá también puedo consolidarme como actriz.
Claro que no es lo mismo, claro que es otra cosa, pero es lo que me da el lugar que elegí para habitar, para hacer propio, para desarrollarme, para seguir con mi vida.
Y entonces vuelvo a estar feliz de la elección y vuelvo a querer sobresalir acá de la mejor manera posible.
Y tal vez sea eso lo que no me deja deprimirme porque no llamaron. O tal vez el saber que lo hice bien.
Hoy es lunes.
Esta noche tengo reunión por unas clases y el viernes ya tengo ensayo.
Mi vida se vuelve a armar. Es lo que quería.¡Y adiós San Martín! (u ojalá hasta prontito).

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