Deseo desde el corazón

Deseo desde el corazón... Que nunca les falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer.
Y recuerden: lo imposible solo tarda un poco más...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Viéndolos irse

Vi partir la caravana del circo.
Y un único pensamiento me atravesó: "Llévenme".
Parada, sin moverme, viéndolos irse. Pero claro, no hablé.
"Tengo tres perros que dependen de mí", pensé.
Y a consciencia, por fuerte que parezca, es la única razón que me impide seguirlos.

Corazón desarraigado.
Que este es mi lugar, sí.
Pero que también podría dejarlo en cualquier momento por ir detrás de un ideal mejor.

Seguía viendo la caravana, los camiones (¿habrán encontrado el chofer que buscaban para que los acompañe?)y por mi retina mental iban pasando miles de imágenes.
Y todas ella me remitían a una sola cosa: comprender. Comprenderme.

De modo inesperado, sorpresivamente, entendí el por qué de mi ausencia de grupos de pertenencia, de mi soledad elegida, de mis amigos eventuales, de mis amores pasajeros, de mi elección de no poseer ( ni casa, ni auto, ni tierra), el por qué de mi desapego con mis materialidades… mi desarraigo.

Si no fuera por mis perros, todo cuando me interesa cabría perfectamente en una valija. Y podría irme con el circo.

Creí que la muerte de mi padre intensificaría mi relación con mi madre.
Creí que a partir de ese momento, tendría por fin, la relación casi ideal que fantaseé tener muchas veces.
Pero comprendo con la piel un poco desgarrada que los vínculos son reales, no fantásticos.
Me imaginé exenta de su maldito comentario: "Cómo quiero estar en mi casa".
Traté de hacer hasta lo imposible (¿habrá sido ese el error?) para que se sintiera cómoda, para que quiera permanecer, para que se vuelva a conectar con una parcela del mundo.
Pero nada es suficiente.

Y luego de mucho tiempo comprendí que nada, absolutamente nada será suficiente.

Tengo tantas imperfecciones, tantas decisiones incorrectas, tantos caminos no señalados que nada, absolutamente nada será suficiente.

Y me alegra vislumbrarlo para evitar frustraciones. Más.
Y estos pensamientos y el circo que pasa y mis perros que me esperan.
Ahora sé que vuelvo por ellos.
Sólo por ellos.

Mi madre QUIERE vivir lejos de mí.
Lo razono, lo asimilo y lo acepto.

Mis espacios no cubiertos seguirán sin cubrirse.
Algún otro circo volverá y también lo veré irse.
Cíclicamente.
Hasta que me anime.
Hasta que mi soledad quepa en la valija.
Y mis perros ya no me esperen.

No hay comentarios: