Deseo desde el corazón

Deseo desde el corazón... Que nunca les falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer.
Y recuerden: lo imposible solo tarda un poco más...

viernes, 6 de marzo de 2009

Platino y vestido azul

Junin (la calle Junín) es siempre un referente de encuentros sorpresivos, casi increíbles.
Una vez fue C., que mediante una pequeña conversación nocturna resultó ser primo hermano de mi prima hermana (¿eso nos convierte en primos?)
Y ahora fue otro C., brasilero él, con el que también se inició el encuentro mediante una conversación nocturna. Pero él no resultó primo.
Con un comentario al pasar que soltó cuando pasaba caminando al lado mío pero en dirección contraria, hizo que me de vuelta a mirarlo. Era guapo. Musculoso. El típico brasilero de los sueños femeninos. Alabó mi vestido azul después.
(Tengo que convencerme que evidentemente tiene "algo" mi vestido azul).
Me acompañó un par de cuadras en la dirección en la que yo iba y sin casi pensarlo yo, calculo que sí él, me tomó del brazo y me llevó a la entrada de un edificio donde me dio un beso impresionante. (Y algunos más también).
En brazos del brasilero de los sueños.
La verdad es que no voy por la vida respondiendo besónicamente a cualquier ser humano que cruzo, pero no sé, algo en ese momento pasó.
Vino a ser como un antídoto para el pequeño veneno que S. había sembrado en mi alma.
Después de un rechazo, un hechizo. No estaba mal para apalear el mal trago.
De todas formas, cuando me pidió mi teléfono para vernos mañana, no me animé a más.
El saber que todas las opiniones no son "la opinión" me alcanzó.
A S. no le gusto pero a otros sí.
Y eso basta.
Por lo menos por ahora.


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