Deseo desde el corazón

Deseo desde el corazón... Que nunca les falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer.
Y recuerden: lo imposible solo tarda un poco más...

miércoles, 27 de enero de 2010

Viaje memorable ( ¿u olvidable?)

Hace tres días y con el cargo de Directora, empecé a trabajar en la escuela 20 de Gowland.
Viaje de ida y vuelta en colectivo los dos primeros días, pero la necesidad de la bicicleta que ya se hizo constante empujando para hacerse presente.
Y le dimos el gusto.
Supuestamente, era muy fácil: como dirían en Italia, "sempre dirito".
Lo que no sabía es que derecho depende de dónde, se llega a muchas partes.
Mejor dicho, al mismo lugar, pero por caminos inimaginablemente diferentes.
Eso me pasó.
Como en una sueño o una pesadilla.

Cuando viajo en tren, mi imaginación vuela al compás de cuanto va apareciendo por la ventanilla.
Y juego a descubrir a dónde llega tal o cual camino, cómo será quién por ahí cruce, en viaje hacia dónde y por qué.
"Cuidado con lo que deseas". (Otra vez esta frase)

Hoy anduve por todos esos mismos lugares.
Lugares inconvenientes si los hay.
Lugares que no son recomendables.
"¿Qué hace una mujer en bicicleta por acá?", me preguntó alguien.

Perdida era la única excusa razonable.
Pero igualmente descabellada.

Tomé consciencia del peligro una vez que hube llegado a destino.
En el mientras tanto, en mi cabeza sólo había lugar para pensar que no podía retroceder (no sabría a dónde) y que la directora no podía llegar tarde, por lo que había que pedalear, siempre hacia adelante.
Aunque fuera "ese" adelante.

Pero parece que los ángeles, duendes, gnomos y criaturas celestiales estaban conmigo acompañando mi ignorancia.
Y me hicieron llegar a destino apenas embarrándome en los últimos metros.

Huellas perdidas en el campo donde apenas pasaba mi bicicleta.
Un desarmadero (¿o un basural?) donde no salió nadie cuando golpeé para preguntar otro camino alternativo, y la manada de chanchos (¿son manada los chanchos?) echados justo en el barrial que atravesaba el diminuto camino.
El monte de maíz.
Las vías cruzadas de scorso donde existía apenas el cartel de "mire a ambos lados". (Bueno, por lo menos había cartel)
La fábrica de ladrillos.
El camino bifurcado y la mala elección para seguir uno u otro.
Y la lista podría seguir.

La vuelta, por supuesto, no fue por el mismo lugar.
La vuelta fue por camino en su totalidad.
El camino con el que no di a la ida.
Aunque también fue "sempre dirito".

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